Como ser un buen padre






Preguntas incomodas

- primera parte-

De pronto un día tu hijo se acerca y te formula una de esas preguntas que llevas tiempo tratando de evitar. 
Sin embargo, ese momento incomodo es, en realidad, una oportunidad única para que aumente nuestra confianza.
Umberto Eco dice en su libro a paso de cangrejo que “no hemos de enseñar a los jóvenes tan solo lo que quieren si no también, lo que no quieren”.
Habría que agregar que, a veces, ellos nos enseñan lo que no queremos ver.
Esos momentos son inesperados para los padres, incómodos para los hijos e inquietante para ambos.
Deberíamos tener en cuenta que para que ellos nos cuenten sus cosas, también nosotros deberíamos contarle las nuestras. Es el primer paso.
Aquí están las preguntas más temidas:
¿Por qué se divorcian? 
Esta es actualmente una de las preguntas más frecuentes que nos hacen los niños.
Para Natalia ortega: “es importante explicarles a los más pequeños que papa y mama ya no se llevan bien, que discuten y que van a ser más felices viviendo cada uno en una casa.
Será imprescindible hacerle hincapié en que cada uno le seguirá queriendo igual, que ahora pasaran el tiempo en dos casas y que van hacer las mismas cosas que antes, pues ello les dara tranquilidad y restara incertidumbre a la nueva situación “.
Por su parte, Esteban Cañamares da claves precisas:
Esto es lo que podemos decirles a los niños de 6 a 12 años: “papá y mamá han pensado que ya no quieren ser novios porque piensan que van a ser más felices por separado”. (Obsérvese el plural, que se debería mantener incluso si la decisión es solo de uno).
Por edad, los niños de 12 a 15 años ya son mucho más consientes del clima que se vive en casa y “En muchas ocasiones – agrega ortega- no va a ser necesario una explicación, sino confirmarles algo que seguramente tenían claro que se avecinaba. “Es fundamental dejarles claro que ellos no tienen ninguna responsabilidad en la decisión”.

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